lunes, 26 de julio de 2010

Mark Knopfler, Córdoba 25/07/2010

30 Festival de la Guitarra de Córdoba
Plaza de Toros

Mark Knopfler: Guitarra, Voz
Matt Rollings: Teclados
John McCusker: Violín, Flauta
Glenn Worf: Bajo, Contrabajo
Danny Cummings: Batería
Richard Bennett: Guitarras, Voz
Michael McGoldrick: Flauta, Gaita
Guy Fletcher: Teclados, Guitarra, Voz

Joé qué caló hace en Córdoba. Si además estás en la arena de una plaza de toros bastante petadita y encienden los (so)focos , te sientes como pollo en una granja. Así estuvimos esperando a que saliera Mark y su tropa mientras escuchábamos bluses, uno tras otro, que no pegaba ni con cola para lo que íbamos a escuchar después. Antes de empezar, la organización del Festival de la Guitarra de Córdoba nos pide encarecidamente que no hagamos fotos ni vídeos, “por expreso deseo del artista”, “para no desconcentrarlo”. ¡Anda ya!...¿estoy pagando casi 60 eurazos y me vienes con que no puedo molestarte por echarte una fotito?... ¡déjate de coñas Mark!. Y que conste que no soy precisamente de los absurdos que se llevan todo el concierto filmándolo con el móvil.
Las sillitas en el escenario hacían temer lo que después se confirmó…Que el señor Knopfler está ya mayorcete y prefiere dar los conciertos sentadito. ¡Joder!...¡ni siquiera se levantó para el Sultans!. No sé…a lo mejor el hombre tiene un problemas en la espalda. Si es así, me callo. Arrancó el concierto con Border Reiver, con esa mezcla de rock y folk irlandés que tanto le gusta en sus últimos discos, para continuar con una de sus mejores piezas en solitario, What It Is, sonando Knopfler 100% y la gente con muchas ganas. Bajó el ritmo bastante con la triada Sailing To Philadelphia, Coyote y Hill Farmer’s Blues, para a continuación empezar con las palabras mayores. Cuando el pipa de turno sacó esa guitarrica plateada era de esperar que empezaran a sonar los acordes de Romeo & Juliet. Preciosa. La guitarra y la canción. Incluso la ejecución de tito Mark. Aquí pude “deleitarme” con algún ejemplar de cierta fauna que se encuentra uno en un concierto de estas características. A ver, tipo cuarentón, casi nunca ha salido de su pueblo, seguidor de los Dire Straits desde que tenía 15 años, se sabe todas las canciones en inglés pero nunca ha aprendido inglés y las canta tan alto y tan fuerte que cualquiera en un radio de 5 metros lo oye desgañitarse. Entrañable, pero un coñazo. La noche empieza a ponerse interesante. Qué queréis que os diga. Para alguien como yo a quien se le pasó el tren de los Dire Straits, lo que más me atrae de este concierto es que me toquen canciones de los Dire Straits. Y si entre las seleccionadas están Sultans of Swing y Telegraph Road, pues me doy con un canto en los dientes. Precisamente tras Romeo & Juliet, y después de unos oeeeh, oeh, oeh, oeeeh con arreglos de la propia banda (verídico), arrancó el archiconocido riff de los Sultanes del Swing. Subidón, subidón, decepción. ¡Joder!...¡escuchas la sección rítmica y suena a grupo de barrio!. Y por supuesto versión recortada. ¡Po favó, po favó!…¡que Telegraph Road arregle estoooo!. De todas formas la gente en general parece estar pasándoselo bomba. Es éste uno de los momentos álgidos del concierto y la temperatura literalmente sube algún grado más.
Tras la tempestad, de nuevo la calma de otra triada de temas de Knopfler en solitario que ni fú ni fá. Quizá Speedway at Nazareth despertó mi atención y me preparó convenientemente para esa obra maestra que es Telegraph Road. Ahora sí. Ahora sí me sonaba como tantas veces la he escuchado en discos y vídeos. Aunque Knopfler tenga la manía de cambiar los tiempos en la voz, como un Dylan cualquiera. Lo mejor de la noche, y falsa despedida para retomar el primer bis con otra apuesta segura: Brothers In Arms y So Far Away. La primera, con esa guitarra sobresaliente, tan trágica, sonó con la autenticidad que eché en falta durante todo el concierto. Y la segunda, pues ocupa un especial lugar en mi corazoncito, por ser una de las primeras canciones que me aprendí la letra, cuando mi profe de inglés en 1º de BUP me la ponía en el instituto.
De nuevo despedida y vuelta tras un par de minutos para acabar el concierto con la típica canción con la que no se debe acabar un concierto. Al menos en un recinto como este. En fin, he sido bastante crítico (¡he dicho joder tres veces!), pero es que el concierto me supo a poco. Sobre todo después de haber disfrutado tanto dos días antes con Elvis Costello.



Setlist


Border Reiver
What It Is
Sailing to Philadelphia
Coyote
Hill Farmer's Blues
Romeo & Juliet
Sultans of Swing
Done With Bonaparte
Marbletown
Speedway at Nazareth
Telegraph Road
---
Brothers in Arms
So Far Away
---
Piper to the End

7 comentarios:

El rey lagarto dijo...

Bon dia david.

Me hubiera encantado estar en el concierto, siempre he sido fan de los Dire Straits, ha sido un grupo muy maltratado con el tiempo por el sector rockero.
Por aquí cerca no paso el muy cabrón, para la próxima vez que venga igual toca en silla de ruedas, jeje

manel dijo...

Nunca me ha gustado en demasía lo que hace este tipo. Con DS me gustaron hasta Communiqué luego me aburrieron y lo que hace en solitario no me parece nada del otro mundo. Sinceramente. Un saludo.

David González dijo...

Pues verás. El otro día cuando estaba MK sobre el escenario diciendo adios, tuve una extraña sensación. Supe que es la primera y última vez que lo veré en persona. No es que piense que se vaya a morir de quí a dos días. Simplemente, sentí no habrá otra oportunidad. Por cierto ¿dónde vives, lizard king?.

Hola manel. También sospechaba que no es de tus favoritos. ¿Quien se acuerda de Marky después de ver a los ZZ Top, eh?.

Saludos a todos.

lu dijo...

Muy buena crónica, David, muy sincera. Si ya Mark Knopfler me daba sueño con Dire Straits, imagínate ahora, sentaíto en una silla... zzzzzzzz. Siempre me ha parecido un gran guitarrista, pero su sonido es demasiado limpito para mí.

El rey lagarto dijo...

De Valencia!!

Anónimo dijo...

El tocar sentado es la consecuencia de los vestigios de un accidente de moto que knopfler tuvo hace ya bastantes años, por el que incluso se llego a dudar de si podria volver a tocar la guitarra. Un saludo¡

Anónimo dijo...

En fin lo que hay que leer. Desde luego que cada uno tiene su opinión, pero eso no quita para que una crítica sea grotesca ... raya lo mezquino.