domingo, 9 de septiembre de 2012

Extremoduro, Sevilla 07/09/2012

Auditorio Rocio Jurado

Roberto Iniesta: Voz, Guitarra
Iñaki "Uoho" Antón: Guitarra, Voz
Miguel Colino: Bajo, Voz
José Ignacio Cantera: Batería
¿?: Guitarra, Voz
¿?: Teclados

"El concierto comenzará puntualmente a la hora indicada"..."No permitas que nadie te joda el concierto. Si ves que alguien tira cosas al escenario o te molesta, evítalo o cuenta con el personal de seguridad"..."El personal de seguridad está para ayudarte, no dudes en consultarles cualquier cosa".


Esto, que aparece impreso en las entradas de Extremoduro para esta gira y que creo son directrices del propio grupo es la antítesis de lo que eran hace 20 años. Me permito copiar un texto que el amigo Carrascus publicó en facebook ayer mismo: "Esta noche, que los Extremoduro están tocando aquí en Sevilla, no tengo más remedio que acordarme de aquella otra vez, hace ya unos 21 años, en que nosotros les trajimos también para un concierto en la sala Rrio. Con esa sesión de Extremoduro quedé vacunado de ellos para toda la vida. Baste decir que a la hora en que el concierto tenía que comenzar, allá sobre las 9 y media o las diez de la noche, el grupo estaba todavía en Mérida. Cuando su manager nos llamó desde allí nos dijo, además, que no traían cables, ni baquetas ni no recuerdo qué más… si no llega a ser porque por allí andaba con nosotros Selu, el saxo de los Reincidentes, que tenía previsto subir al escenario con Extremoduro en una o dos canciones y que en una carrera contra reloj en mi coche nos llevó al local de ensayo de su grupo, en un pueblo cercano, donde pudimos abastecernos de todo lo que a los otros les faltaba, no sé que hubiésemos tenido que hacer… suspender el concierto a estas alturas era algo inviable. Había muchísima gente; en honor a la verdad he de decir que fue uno de los conciertos que organizamos en los que más público metimos. Pero conforme pasaba el tiempo todos comenzaban a estar desesperados por la tardanza. Creo que este concierto debe tener el récord de retraso de todos los organizados en Sevilla. Y además teníamos encima a los dueños de la sala, que veían que todos estos centenares de bebedores estaban consumiendo las cervezas y los cubatas en los bares de al lado, que eran más baratos que el del interior del local del concierto y no entraban, por lo que se estaban perdiendo las ganancias. La banda llegó a las tantas y sin prueba de sonido ni nada comenzaron el concierto. La gente, supongo que a consecuencia del cabreo por la gran espera y de la ingesta del alcohol consiguiente, estaba especialmente desmadrada. El Robe, en lugar de cortarse un poco por su falta de seriedad y colaborar en la medida de sus posibilidades, echó más leña aún al fuego lanzando desde el escenario una proclama en la que decía que a qué venían esas vallas que los organizadores habían puesto delante del escenario, si es que éramos unos nazis y unos fascistas para coartar la libertad de la gente de aquella manera; y la emprendió a patadas con unas vallas que estaban allí para protegerle a él y a los otros músicos de la marabunta, tirándolas y convirtiéndolas así en algo muy peligroso para los espectadores, debido a que las patas quedaban apuntando hacia arriba como si fuesen unas ominosas lanzas. Al poco rato de comenzar la banda a tocar la sala se quedó muda y a oscuras; algunos de aquellos cafres habían cogido a otro de los espectadores y habían lanzado al pobre pringaíllo encima de la mesa de PA, por lo que los asustados técnicos desconectaron los equipos de sonido e iluminación. A estas alturas yo ya pensaba que al día siguiente íbamos a ser carne de titulares del ABC, pero el concierto pudo continuar. Mis compis y yo habíamos perdido ya el poco interés que nos quedaba en Extremoduro y nos fuimos a un rincón a rezar porque no pasara nada y a ahogar nuestras penas en Cruzcampo. Cuando la banda dejó el escenario y se encendieron las luces vimos el paisaje después de la batalla: barras arrasadas y saqueadas, botellas vacías e incluso rotas por el suelo, los extintores descolgados de sus sitios y vaciados sobre cualquier superficie a la que mirásemos… cuando le pagamos al manager y les perdimos de vista respiramos aliviados. Los propietarios de la sala nos pasaron unos días después la factura de los desperfectos y tuvimos que negociarla con ellos, no podíamos asumirlo nosotros todo. Apenas quedó nada para seguir invirtiendo en otros conciertos posteriores y los de la sala ya nos ponían muchos reparos para cederla de nuevo. Quizás muchos de los que asistieron a aquel concierto lo recuerden como algo épico y memorable, pero para nosotros no mereció la pena en absoluto.". Y es que el Robe tiene ya 50 tacos. Yo 40. Y la peña no está ya para desfases (algún gilipollas siempre hay, por supuesto). Sólo hay que escuchar las declaraciones del propio Robe al introducir el tema inédito que presentó la otra noche: "Yo sé que una persona como yo no debería hacer canciones aquí sentaito"..."quizás no sea lo que se espera de mí"..."pero precisamente por eso". O en A Fuego: "Ahora vamos a tocar un tema que lo compuso un tío más joven que yo....así que lo vamos a hacer un poquito más despacio, pa no cansarnos".


El concierto del viernes fue el mejor de los que le he visto a Extremoduro. Creo que la impresión puede ser unánime. Nunca antes había visto al grupo tan sólido, disfrutando tanto de su música, con un show largo, muy largo, dividido en tres partes más un bis. Fuentes cercanas al propio Robe me cuentan que estaba acojonao con esta nueva gira, desconfiado sobre su estado de forma, sobre la acogida que pueden tener los nuevos temas, sobre los sorprendentes arreglos de algunos temas clásicos, sobre lo arriesgado de una apuesta que incluye tocar (casi) integramente un álbum tan fuera de lugar como es La Ley Innata (2008). Pero ayer arrasaron. El repertorio no pudo estar más acertado, con espacio para todo. Clásicos frente a temas nuevos, tralla frente a semiacústicos. El sonido muy bueno, las luces y las proyecciones enaltecen aún más los temas, dos musicos adicionales también ayudan mucho, sobre todo los teclados. Y el público sevillano, que tiene una especial devoción para con los de la bellota radiactiva. Lleno absoluto dos noches seguidas. El que la gira empiece aquí hace que el concierto de anoche sea algo muy especial. Saber que eres el primero en escuchar ese tema nuevo, en ver ese nuevo espectáculo, en poder escribir sobre ello. Quitando los descansos, más de dos horas y media de concierto. El Robe puede estar satisfecho. Y nosotros también.


P.D.: sorpresón cuando se arrancaron con una versión rocanrolera de Me Estoy Quitando. Sin duda un homenaje al otro Robe tristemente desaparecido hace poco.

PRIMERA PARTE
El camino de las utopías (tema inédito)
Ama, ama, ama y ensancha el alma
No me calientes que me hundo
Desarraigo
Calle Esperanza s/n
La vereda de la puerta de atrás
Si te vas...
CANCIÓN NUEVA
Sucede
Ábreme el pecho y registra
Pedrá (fragmento)

SEGUNDA PARTE
Dulce introducción al caos
Primer movimiento: El sueño
Segundo movimiento: Lo de fuera
Tercer movimiento: Lo de dentro
Cuarto movimiento: La realidad

TERCERA PARTE
Cabezabajo
Bribriblibli
A fuego
Tango suicida
Me estoy quitando
So payaso
Puta

BIS
Standby
Salir

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Impresionante!

Selu dijo...

Hola David, agradecimientos por ese guiño que has tenido conmigo... un abrazo y enhorabuena por tu blog...

Selu

David González dijo...

Hombre Selu!...el honor es mío por pasarte por aquí y dejar tu comentario. No sé qué contacto mantienes con José Miguel, que es quien contó la historia del infame concierto, pero asómate por su blog (http://www.blogin-in-the-wind.es/) y déjate ver, que seguro que se alegra. Muchas gracias por tus palabras.